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¿Jefe o Líder?

16-03-2018

Productividad Clima Organizacional Desarrollo Individual

En esta nota vamos a abordar tres aspectos fundamentales para lograr el liderazgo efectivo que abre el camino hacia el alto rendimiento de cualquier tipo de organización: Productividad, clima organizacional y desarrollo individual.

A la hora de establecer objetivos que nos lleven a la máxima productividad, encontramos dos focos principales: Rendimiento y resultado. El líder entiende que la mejor forma de aumentar la probabilidad de la aparición de resultados, es centrarse en el rendimiento. Una vez establecidos los objetivos de resultado, tanto individuales como grupales, llega el momento de conocer como maximizar las fortalezas de cada uno de los integrantes del equipo. Para esto, es necesaria una correcta asignación de roles que se adecuen a las competencias de cada miembro en términos de CLARIDAD (que hacer), ASUNCIÓN (querer hacerlo) Y EJECUCIÓN (saber hacerlo).

En segundo lugar, el clima organizacional es otro de los factores que tiene una gran incidencia en el alto rendimiento, y que pueden ser moderados y gestionados por el líder mediante la implantación de normas consensuadas que favorezcan una posterior cohesión óptima.

Al trabajar en equipo, uno suele sorprenderse al comprobar como los juicios de valor acerca de lo que es correcto o incorrecto varían mucho de un individuo a otro. Muchas veces, uno entiende que las normas de convivencia son comunes a todo el mundo de forma implícita, solo para descubrir que el conflicto nace cada día de los lugares más inverosímiles. Es tan sencillo como establecer de forma escrita esas normas, con la participación y acuerdo de todos los miembros, que llevan al entendimiento común y cuyo fruto es el sentimiento grupal de cohesión y pertenencia que nos fortalecerá como equipo que trabaja unido por objetivos comunes.

Por último, cuán importante es el desarrollo individual del individuo para que su motivación crezca cada día…El hecho de sentir que uno aprende y mejora cada día con su trabajo y aportación grupal, hace que el foco de motivación cambie de externo a interno, es decir, el que antes se esforzaba para “llegar a los resultados”, ahora se esfuerza para ser el mejor en lo que hace y los resultados no son más que una consecuencia del alto rendimiento.

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