ACERCA DEL RENDIMIENTO SISTÉMICO DE LA ORGANIZACIÓN
El Rendimiento Sistémico de la Organización constituye el conjunto de argumentos conceptuales e instrumentales que fusionan los ámbitos de la Psicología del Deporte y el Management, y a partir del cual se desarrolla -en estrecha relación con este constructo- el portfolio de satisfactores de transformación que Rindo ofrece a diversos mercados.
¿QUÉ ES Y CÓMO LOGRAR RENDIMIENTO SISTÉMICO DE LA ORGANIZACIÓN?
La evaluación más genuina de la salud de una organización se efectúa según su capacidad para optimizar el rendimiento sistémico de los activos tangibles e intangibles que gestiona, creando -de un modo rentable y sostenible- valor económico y social.
Esto significa que el rendimiento no se logra en un área o sector particular de la organización, por protagónico que éste sea, sino que es el resultado del funcionamiento armónico de toda la organización, en la que cada área y sector hacen su aporte positivo al rendimiento del conjunto, al rendimiento del sistema.
El cimiento de ese funcionamiento armónico y de la optimización del rendimiento sistémico está constituido por el alineamiento entre cultura, poder y estrategia de la organización. Sobre este cimiento será posible desarrollar una gestión que -asumiendo riesgos aceptables- compatibilice rentablemente los recursos y las habilidades distintivas de la misma, por un lado, con las restricciones que imponen los contextos macro y microeconómico y las expectativas de los clientes, por el otro.
Esta compatibilización exige una apropiada estrategia competitiva por parte de la organización, lo que implica gestionar sus habilidades distintivas, de la que resultará su nivel de productividad relativa, y lograr ventajas competitivas dinámicas, es decir obtener un posicionamiento diferencial constante, atribuido este último por la percepción de los clientes. Dicho posicionamiento será resultado de las habilidades distintivas de la organización y de la eficiente comunicación de los atributos de los satisfactores que ofrece, adecuada para ayudar a su tangibilización y percepción por parte de los clientes.
Todo esto sólo será posible si la organización optimiza la gestión de su talento, es decir si incorpora, capacita, motiva, fideliza y retiene las personas adecuadas para su estrategia competitiva, y si fomenta aptitudes y actitudes de liderazgo que construyan equipos capaces de liberar la creatividad de sus integrantes y de potenciar su rendimiento en beneficio del conjunto, en un ambiente en el que cada persona disfruta de su tarea.
Es muy evidente que la esencia del rendimiento, sectorial y sistémico, se basa de manera central en las personas de la organización, a nivel individual y de equipos, y en la naturaleza del liderazgo que las mismas sean capaces de poner al servicio de la organización, porque todas las acciones implícitas en los párrafos precedentes son motorizadas por personas. Por lo tanto, éste es el aspecto central para obtener el rendimiento sistémico, y nada será posible si no se cuenta con las personas apropiadas. Diseñar e implementar la estrategia adecuada, innovar en productos y procesos, y gestionar exitosamente las áreas funcionales claves (operaciones y logística, marketing y comercialización y administración y finanzas), con la adecuada comunicación inter áreas para lograr las habilidades distintivas y ser premiados por un posicionamiento adecuado -de todo lo cual depende en definitiva el rendimiento sistémico- es resultado del rendimiento que sean capaces de lograr todas las personas involucradas, en su doble rol de líderes y de liderados.
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